En sus últimos años de vida, el actor trató de mantenerse sobrio y ayudó a muchos adictos a reintegrarse en la sociedad.
Matthew Perry, conocido por su papel en “Friends”, fue encontrado sin vida en un jacuzzi en su hogar de California el pasado 28 de octubre. Mucho se ha especulado sobre la muerte del actor, como la posibilidad de que haya recaído en su adicción a los opioides y esto le causó un paro cardíaco.
En medio de toda la histeria colectiva, han llegado los informes iniciales de toxicología, y al parecer, no se detectaron metanfetaminas ni fentanilo en el organismo de Matthew Perry.
Primero exámenes toxicológicos de Matthew Perry confirmaron que el actor no tenía fentanilo ni metanfetaminas en el organismo al momento de su muerte (Michelle Groskopf/The New York Times)
Tampoco narcóticos más habituales (o recetados) se encontraron en su sistema durante las primeras pruebas, pero los análisis más exhaustivos que determinarán si el actor tenía algún medicamento en el sistema al momento de su muerte continuarán por un largo periodo que podrá variar entre 4 y 6 meses.
Cabe mencionar que, al inspeccionar el hogar de Perry, se encontró una gran cantidad de medicamentos recetados correctamente etiquetados y almacenados, pero no drogas ilegales. En su libro de memorias de 2022, Friends, lovers and the big terrible thing, Perry relató que, después de que su colon colapsara en 2018, le recetaron opiáceos que consideró insuficientes para aliviar su dolor, lo que lo llevó a acudir a los vendedores callejeros para abastecerse de OxyContin potencialmente mezclado con fentanilo.
‘Las píldoras de la calle costaban algo así como USD 75 dólares por píldora, así que le estaba dando al tipo USD 3,000 dólares a la vez, muchas veces a la semana’, declaró Perry en su momento.
Tras haberse sometido a una cirugía que puso en riesgo su vida, Perry buscó analgésicos con vendedores callejeros (Créditos: Instagram/Matthew Perry)
Tras una investigación inicial, el forense del condado de Los Ángeles ha aplazado la determinación de la causa de la muerte, que podría demorar semanas. Las personas cercanas a Perry sostienen que él estaba limpio y sobrio en el momento de su fallecimiento.
Un miembro del programa de recuperación de Perry confirmó a Daily Mail que “Matty” no estaba bebiendo, que era una parte importante de su comunidad de AA, asistiendo a reuniones, hablando en ellas y trabajando con varios recién llegados.
La fuente indicó que el actor se había centrado en ayudar a otros que luchan contra la adicción y había expresado recientemente interés en compartir su historia a través de eventos de oratoria pública.
Fuentes cercanas al actor aseguran que llevaba mucho tiempo sin beber, además de ser un miembro activo de AA que ayudaba a los recién llegados a integrarse Europa Press/Contacto/Armando Gallo
Según la fuente, a Perry le interesaba mucho llegar a las generaciones más jóvenes y difundir su mensaje de “No te rindas”, palabras por las que realmente vivía.
Matt Manasse, entrenador de Matthew Perry, aseguró que el actor había encontrado en el pickleball una actividad que lo mantenía lejos de sus hábitos autodestructivos. Perry, además, se esforzaba en compartir los beneficios de este deporte con su grupo de rehabilitación, llevándolos al country club donde lo practicaba.
“Pensó que era algo que podía ayudarle en su recuperación y estaba haciendo un trabajo impresionante. Le encantaba. Venía cinco veces por semana, siempre hablaba de ello. [Mejoró mucho, siempre hacía reír a todo el mundo. Era competitivo, un buen tipo que se preocupaba por todos”, declaró Manasse días después de la muerte de Perry.
El entrenador de pickleball de Matthew Perry declaró que el actor utilizaba el deporte para alejarse de sus conductas autodestructivas (Créditos: Instagram/mattmanasse)
Mientras Perry filmaba el icónico sitcom “Friends” en los 90, muchos desconocían la lucha que estaba llevando contra su adicción y su intensa necesidad de complacer al público.
Perry describió en su memoria lo devastador que fue vivir con este secreto, siempre temiendo no hacer reír al público y cómo eso le provocaba una terrible presión que lo llevaba a un oscuro lugar mental.
“Friends era enorme. No podía ponerlo en peligro. Me encantaba el guión. Amaba a mis co-actores. Me encantaban los guiones. Me encantaba todo lo relacionado con la serie, pero luchaba contra mis adicciones, lo que no hacía sino aumentar mi sensación de vergüenza”.
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